El gobierno de México decidió clausurar una importante unidad de anti-narcóticos que a lo largo de un cuarto de siglo ha trabajado con la DEA, realizando diferentes tipos de operaciones en contra de las peores organizaciones criminales del país. Esta delicada situación ocurre en un momento en que los índices de criminalidad han crecido en México, al punto en que ya se ha convertido en una de las preocupes principales de buena parte de la ciudadanía.
Lógicamente, esta decisión por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador cuenta con una implicación de alto riesgo: el hecho de que clausurar dicha unidad representa un auténtico mazazo a la cooperación bilateral sobre seguridad, que durante tanto tiempo han establecido los gobiernos de México y los Estados Unidos.
Por supuesto, esta es una noticia sumamente preocupante para la Casa Blanca, tomando en cuenta que este no es precisamente el primer caso en que uno de sus principales aliados en América Latina decide tomar esta clase de decisiones. Después de todo, las relaciones con El Salvador y la cooperación bilateral con este país se han visto severamente afectados tras el ascenso del líder populista Nayib Bukele.
La unidad clausurada por México.
Lejos de tratarse de una unidad de poca relevancia, lo cierto es que esta formaba parte de la Sensitive Investigate Unit, organización que opera en numerosos países alrededor del mundo, ejecutando muchas de las operaciones de seguridad de mayor calibre. Es por esto que sorprende tanto la decisión del presidente Lopez Obrador de clausurar esta unidad, tomando en cuenta su peso e importancia.
De hecho, numerosos analistas han considerado a las unidades que forman parte de la Sensitive Investigate Unit como determinantes, a la hora de combatir a las más poderosas organizaciones criminales del mundo. En este orden de ideas, resulta más que curioso que el gobierno de un país con tantos problemas de crimen organizado como México decida dar este paso.
Sin embargo, es importante acotar en este punto que si bien cada una de estas unidades son entrenadas por la mismísima DEA, lo cierto es que estas le han de rendir cuentas al gobierno del país en el que estén operando. Es decir, si una de estas unidades se encuentra realizando alguna clase de misión u operación en, digamos, Austria, estas le tendrán que rendir cuentas a Viena en lugar de a la DEA.
Este es un detalle que es necesario entender, ya que si bien la decisión del gobierno mexicano es sumamente controversial, esta es perfectamente legal al no haber violado ninguna ley. Sin embargo, despierta muchas preguntas con respecto a la disposición del presidente Lopez Obrador por combatir tanto el crimen como los carteles que controlan ciertas regiones del país.
Atrapando al Chapo.
Lejos de pasar desapercibido, lo cierto es que los medios de comunicación más importantes de México le brindaron mucha cobertura a esta controversial decisión. En este punto, uno de los detalles más señalados por estaciones de radio y televisión es que esta unidad no solo fue lo suficientemente enorme como para contar con casi 70 miembros, sino que estos eran considerados de los mejores agentes en todo México.
De hecho, lo que resulta aún más controversial es que esta fue la mismísima unidad encargada de muchos de los casos de seguridad más delicados que México ha experimentado en los últimos años. Y, para más INRI, fue precisamente esta unidad clausurada por el gobierno mexicano la encargada de capturar a uno de los narcotraficantes más temibles en la historia tanto de México como de América Latina y el mundo, como lo fue el mismísimo Joaquin “El Chapo” Guzman.