La convención constitucional chile ha votado a favor de la reelección presencial e incluso de la eliminación del senado, reemplazando esta cámara por la llamada cámara territorial. Por supuesto, semejantes sucesos parecen confirmar lo que muchos temían tras la decisión del estado chileno de permitir la reforma constitucional: que dicha coyuntura culminase en una especie de revolución, liderada por extremistas y radicales, cuyo desenlace no fuese más que un golpe severo no solo a la economía de Chile, sino también a su ejemplar institucionalidad y sistema democrático.
Por supuesto, si bien es cierto que estos cambios tan delicados tendrán que ser aprobados por otro proceso electoral, lo cierto es que el país sudamericana se encuentra actualmente en un escenario tan complejo como peligroso, que eventualmente podría desembocar en la misma debacle que se han visto en casos similares a lo largo y ancho de América Latina.
Después de todo, es importante que el cierre del senado chile por parte de la convención constitucional, cuenta con un simbolismo un tanto comprometedor: que se estaría acabando con una institución que cuenta con dos siglos seguidos existiendo y funcionando en Chile.
Por otro lado, reemplazar el senado con esta cámara territorial, en la práctica, no es más que crear un parlamento unicameral. Esto representaría un considerable debilitamiento del poder legislativo chileno, tomando en cuenta que este tipo de parlamento tendrá poderes más limitados que con la existencia de una cámara baja y una alta, dificultando aún más tanto la separación de poderes como el sistema de contrapoderes.
De hecho, semejante escenario representará un sueño hecho realidad para el poder ejecutivo en Chile, ya que tendrá más fácil que nunca la posibilidad de subyugar el poder legislativo, de una forma que esté completamente acorde a sus intereses. Para hacer esto, lo único que tendrá que hacer el poder ejecutivo es contar con una mayoría simple de su partido en el parlamento.
La convención constitucional podría crear una tormenta perfecta.
La razón por la cual esto es más probable de lo que muchos creen es el hecho de que, además del inesperado ascenso de la convención constitucional tras las manifestaciones masivas del 2019, Chile acaba de elegir el gobierno más radical que el país ha tenido desde su vuelta a la democracia tras la dictadura de Pinochet. De esta forma, de terminar creando un adefesio constitucional, Chile podría estar acercándose a un precipicio.
Lo que es aún peor es que este escenario también tendrá como posible consecuencia el auge de radicalismos y extremismos. Y es que, si algo han demostrado los senados a nivel mundial es que, por lo general, esta cámara no suele ser nicho de extremistas y radicales gracias a la condición heterogénea de las regiones que los senadores han de representar.
Por supuesto, todo lo contrario suele ocurrir con los congresos, tomando en cuenta que los diputados o congresistas han de representar regiones muchísimo más homogéneas, facilitando así el auge de figuras políticas radicales o extremistas.
El precedente de Venezuela.
Lógicamente, si hemos de encontrar algún precedente, el más significativo viene siendo el de Venezuela, considerando que se trata de un país de la misma región. En este caso, todo inicia con el ascenso del dictador Hugo Rafael Chavez Frias, el cual aprovecha la mayoría conseguida en el poder legislativo para crear una nueva constitución, la cuál tendría como primera medida controversial la eliminación del senado para crear un parlamento unicameral.
Ya unos años más tarde, el régimen venezolano impulsaría una reforma constitucional en la que se aprobaría la reelección presidencial, siendo este elemento lo que le permitiría a Chávez eternizarse en el poder para luego ser reemplazado por Nicolas Maduro tras fallecer de cáncer.